Uno de los mayores peligros que se ciernen sobre la Historia es la tergiversación interesada por determinados sectores sociales para la consecución de sus propios intereses políticos.
La Historia tiene el grave riesgo de ser manipulada porque, aunque a veces se la denoste, en el fondo todos somos conscientes del poder que tiene en la mentalidad y sentimientos colectivos. Así, aleccionar a un grupo social con la enseñanza de determinados agravios históricos puede ser muy dañino para la salud mental colectiva y para el progreso de un país.
Por ello, hemos querido traer un ejemplo de ello, para que podamos observar que los hechos de la Historia son frecuentemente manipulados para intereses particulares. Cabría aquí un aparte para señalar que la finalidad que pretendemos no es una Historia totalmente objetiva, objetivo ingenuo, pero si lo más cercana a la verdad que sea posible, y en la que hechos innegables no sean borrados de la Historia o manipulados. Nos gustaría hablar, en este sentido, de Jaime I de Aragón y el Llibre del Fets, de la importancia de este libro en su contexto y de su importancia hoy.
El Libro de los Hechos o Crónica de
Jaime I, es la primera de las cuatro grandes crónicas de la Corona
de Aragón, a la que siguen las de Desclot, Muntaner y Pedro IV el
Ceremonioso, escrita en lengua catalana y en prosa, un cambio de
registro claro con respecto a la época precedente, que nos indica
que se están produciendo cambios sociales y económicos de más
profundidad para explicar este fenómeno. Es un hecho destacado que
recurra al catalán en una época en que apenas contaba con tradición
literaria, quizás por sentirlo más cercano o para que la lectura
llegase al pueblo llano. Los temas tratados en el libro, siguen
una periodización cronológica, desde su nacimiento, hasta los
últimos momentos de su vida. Nos narra lo que recuerda de su
infancia, su matrimonio con la infanta Leonor y la insumisión de la
nobleza. Luego nos narra las conquistas de Mallorca y Valencia, sus
relaciones con Alfonso X el Sabio, la conquista de Murcia o la
expedición a Tierra Santa, entre otros asuntos. Se trata de las
memorias del rey Jaime I, un libro podríamos decir único en su
género, pues combina la autobiografía y la historia, pues la
narración de los hechos de su vida es también narración de hechos
históricos que el autor ha vivido en primera persona. El autor del
libro es Jaime I, aunque no estamos seguros si es él quien lo
redacta o si lo dicta a su círculo de notables y escribanos que lo
ponen por escrito, los expertos no se ponen seguros en este punto. En
todo caso, la cuestión clave es que la forma autobiográfica que
adopta el texto es una manera eficiente para seleccionar lo que
quiere que se recuerde de él y como mostrarlo. Tenemos ante
nosotros, por tanto, un ejemplo claro de la historiografía puesta al
servicio de la monarquía, el propio rey es que la ordena y dice que
debe incluir y que no. El texto histórico es un potente arma en
estos momentos de legitimidad de las monarquías.
Es curioso observar como el autor
apenas se para en hablar de su genealogía ni trata tampoco de
enlazarla con orígenes mitológicos. Solo le preocupa mostrar este
texto como una justificación a través de sus grandes gestas y de la
voluntad divina, de su política expansionista. Trata de justificar
el presente aludiendo a actos del pasado reciente. Narra, a lo largo
de su libro, de una manera rimbombante, los hitos de la expansión de
la Corona de Aragón contra los musulmanes, con el objetivo último
de justificar ideológicamente su política exterior. No hay que
olvidar que el reinado de Jaime I se inscribe dentro del impulso
expansionista de los reinos cristianos que se produce tras la batalla
de las Navas de Tolosa.
Lo que nos interesa resaltar aquí desde una perspectiva actual es el concepto de España que tiene Jaime I. Para algunos círculos intelectuales catalanes fue el fundador de lo que llaman Países Catalanes. Pero aquí nos interesa mostrar es lo que él mismo piensa. Por tanto, es un detalle a destacar, por la
importancia que ha adquirido en la actualidad, es el concepto de
España que tiene Jaime I. Podemos extraer su visión de este
concepto a través de diversos fragmentos; por ejemplo, se refiere a
su padre como: “el rey más afable que hubo nunca en España”. O
cuando durante la campaña a Tierra Santa nos habla de los cinco
reinos de España o de que el maestre del Hospital lo era en toda
España. Así, durante la obra, va a hacer algunas alusiones a
España, concepto que para él engloba la totalidad de la P. Ibérica.
El territorio bajo dominio musulmán es territorio de España, que
debe ser reconquistado.
La voluntad democrática de un pueblo debe ser escuchada, y cada uno puede pensar como quiera en un marco democrático. Pero lo que queremos evitar, y así tratamos de transmitirlo en esta entrada, es que la Historia se utilice de forma manipulada para respaldar intereses particulares.