sábado, 14 de diciembre de 2013

La utilización de la Historia como arma política

Uno de los mayores peligros que se ciernen sobre la Historia es la tergiversación interesada por determinados sectores sociales para la consecución de sus propios intereses políticos.
La Historia tiene el grave riesgo de ser manipulada porque, aunque a veces se la denoste, en el fondo todos somos conscientes del poder que tiene en la mentalidad y sentimientos colectivos. Así, aleccionar a un grupo social con la enseñanza de determinados agravios históricos puede ser muy dañino para la salud mental colectiva y para el progreso de un país.
Por ello, hemos querido traer un ejemplo de ello, para que podamos observar que los hechos de la Historia son frecuentemente manipulados para intereses particulares. Cabría aquí un aparte para señalar que la finalidad que pretendemos no es una Historia totalmente objetiva, objetivo ingenuo, pero si lo más cercana a la verdad que sea posible, y en la que hechos innegables no sean borrados de la Historia o manipulados. Nos gustaría hablar, en este sentido, de Jaime I de Aragón y el Llibre del Fets, de la importancia de este libro en su contexto y de su importancia hoy.
El Libro de los Hechos o Crónica de Jaime I, es la primera de las cuatro grandes crónicas de la Corona de Aragón, a la que siguen las de Desclot, Muntaner y Pedro IV el Ceremonioso, escrita en lengua catalana y en prosa, un cambio de registro claro con respecto a la época precedente, que nos indica que se están produciendo cambios sociales y económicos de más profundidad para explicar este fenómeno. Es un hecho destacado que recurra al catalán en una época en que apenas contaba con tradición literaria, quizás por sentirlo más cercano o para que la lectura llegase al pueblo llano. Los temas tratados en el libro, siguen una periodización cronológica, desde su nacimiento, hasta los últimos momentos de su vida. Nos narra lo que recuerda de su infancia, su matrimonio con la infanta Leonor y la insumisión de la nobleza. Luego nos narra las conquistas de Mallorca y Valencia, sus relaciones con Alfonso X el Sabio, la conquista de Murcia o la expedición a Tierra Santa, entre otros asuntos. Se trata de las memorias del rey Jaime I, un libro podríamos decir único en su género, pues combina la autobiografía y la historia, pues la narración de los hechos de su vida es también narración de hechos históricos que el autor ha vivido en primera persona. El autor del libro es Jaime I, aunque no estamos seguros si es él quien lo redacta o si lo dicta a su círculo de notables y escribanos que lo ponen por escrito, los expertos no se ponen seguros en este punto. En todo caso, la cuestión clave es que la forma autobiográfica que adopta el texto es una manera eficiente para seleccionar lo que quiere que se recuerde de él y como mostrarlo. Tenemos ante nosotros, por tanto, un ejemplo claro de la historiografía puesta al servicio de la monarquía, el propio rey es que la ordena y dice que debe incluir y que no. El texto histórico es un potente arma en estos momentos de legitimidad de las monarquías.
Es curioso observar como el autor apenas se para en hablar de su genealogía ni trata tampoco de enlazarla con orígenes mitológicos. Solo le preocupa mostrar este texto como una justificación a través de sus grandes gestas y de la voluntad divina, de su política expansionista. Trata de justificar el presente aludiendo a actos del pasado reciente. Narra, a lo largo de su libro, de una manera rimbombante, los hitos de la expansión de la Corona de Aragón contra los musulmanes, con el objetivo último de justificar ideológicamente su política exterior. No hay que olvidar que el reinado de Jaime I se inscribe dentro del impulso expansionista de los reinos cristianos que se produce tras la batalla de las Navas de Tolosa.
Lo que nos interesa resaltar aquí desde una perspectiva actual es el concepto de España que tiene Jaime I. Para algunos círculos intelectuales catalanes fue el fundador de lo que llaman Países Catalanes. Pero aquí nos interesa mostrar es lo que él mismo piensa. Por tanto, es un detalle a destacar, por la importancia que ha adquirido en la actualidad, es el concepto de España que tiene Jaime I. Podemos extraer su visión de este concepto a través de diversos fragmentos; por ejemplo, se refiere a su padre como: “el rey más afable que hubo nunca en España”. O cuando durante la campaña a Tierra Santa nos habla de los cinco reinos de España o de que el maestre del Hospital lo era en toda España. Así, durante la obra, va a hacer algunas alusiones a España, concepto que para él engloba la totalidad de la P. Ibérica. El territorio bajo dominio musulmán es territorio de España, que debe ser reconquistado.
La voluntad democrática de un pueblo debe ser escuchada, y cada uno puede pensar como quiera en un marco democrático. Pero lo que queremos evitar, y así tratamos de transmitirlo en esta entrada, es que la Historia se utilice de forma manipulada para respaldar intereses particulares.

Venceréis, pero no convenceréis





El día 12 de octubre de 1936, día de la fiesta nacional, tiene lugar en la Universidad de Salamanca, una de las más insignes y prestigiosas de nuestro país, la celebración de un acto de exaltación patriótica, aderezado con un amplio repertorio de simbología fascista y rituales patrioteros.
En este ambiente mesiánico se va a producir uno de los discursos más elocuentes, bellos, sinceros, pero a la vez agridulces, de la historia de España en el siglo XX. Su protagonista no podía ser otro que Miguel de Unamuno, uno de los más destacados intelectuales españoles del pasado siglo.
El paraninfo de la Universidad de Salamanca será testigo ese día de apasionados discursos patrióticos, de exaltación de la raza hispana y del fascismo, así como violentas diatribas contra Euskadi y Catalunya. Unamuno. Como rector de la Universidad, presidía el acto, acompañado de insignes personalidades como Carmen Polo, esposa de Franco, el cardenal catalán Enrique Plá y Deniel y el fundador de la Legión, José Millán-Astray.
Unamuno había apoyado en principio la II República y había sido uno de los principales defensores de su advenimiento. Hombre moderado y liberal, pretendía que su país viviese en verdadera paz, libertad y progreso,  pero pronto su apoyo inicial se torna en desengaño y se muestra muy crítico ante la reforma agraria, la clase política, la política religiosa y la violencia callejera. Cree ver en los sublevados un intento autoritario de evitar la deriva de la nación, ve en ellos adalides de la civilización occidental, cristiana y europea a la que él aspiraba. Pero la brutal represión que pronto se cierne sobre la provincia de Salamanca y España entera le hacen de nuevo recapacitar y mostrarse extremadamente disgustado ante la situación crítica que España está padeciendo.
Así, tras los discursos iniciales, Unamuno exige la palabra y se levanta para hablar. En los minutos siguientes, el Paraninfo de la Universidad de Salamanca tendrá el privilegio de acoger uno de los más lúcidos discursos del siglo XX en España, que reproducimos a continuación: 


Todos estáis pendientes de mis palabras y todos me conocéis y me sabéis incapaz de callar… Callar significa a veces mentir, porque el silencio puede interpretarse como aquiescencia. Yo no podría sobrevivir al divorcio entre mi conciencia y mi palabra. Seré breve y la verdad es más verdad cuando se expone desnuda. Quisiera, pues, comentar el discurso, por llamarlo de algún modo, del general Millán Astray… Dejemos aparte el insulto personal que supone la repentina explosión de ofensas contra vascos y catalanes. Yo nací en Bilbao, en medio de los bombardeos de la segunda guerra carlista. Luego me casé con esta ciudad de Salamanca, tan querida, pero jamás he olvidado mi ciudad natal. El obispo –y señaló a Pla y Daniel-, quiéralo o no, es catalán, nacido en Barcelona… Acabo de oír el grito necrófilo y carente de sentido de ¡Viva la Muerte! Me suena lo mismo que ¡Muera la Vida! Y yo, que he pasado la vida creando paradojas, he de deciros, como autoridad en la materia, que esa ridícula paradoja me repugna. El general Millán Astray es inválido. No es preciso decirlo en tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fuer Cervantes. Desgraciadamente hay demasiados inválidos en España. Y pronto habrá muchos más. Me aterra pensar que el general Millán Astray pueda dictar normas de psicología de masas. Un inválido que carezca de grandeza espiritual de Cervantes, que era simplemente un hombre, y no un superhombre, viril y completo a pesar de sus mutilaciones, un inválido, como digo, que carezca de esa superioridad de espíritu, suele sentirse aliviado viendo como se multiplica el número de mutilados alrededor de él.

Un discurso de gran calado emocional, pero no precisamente ante el público más dispuesto a admitirlo. Millán-Astray se levanta entonces para interrumpirle y gritar ¡Mueran los intelectuales! ¡Viva la Muerte! Ante la dureza que adquiría la situación, José María Pemán le corrigió señalando: ¡No! ¡Mueran los falsos intelectuales! Pero Unamuno no se amilanó ante estas furibundas críticas y continuó con su discurso:

Estamos en el templo de la inteligencia y yo soy aquí su sumo sacerdote. Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. Yo siempre he sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio país. Y ahora os digo: venceréis pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: la razón y el derecho en la lucha. Me parece inútil deciros que penséis en España. He dicho.

Tras la intervención, un público encolerizado estaba dispuesto a lincharle. Pero la rápida intervención del cardenal Plá y de Carmen Polo, al protegerle de la turba y llevarle hacía un automóvil le salvaron de un destino fatal. Unamuno sería inmediatamente destituido de su puesto en el rectorado y condenado a arresto domiciliario.
En el mes de noviembre afirmaría pesimista:

La barbarie es unánime. Es el régimen de terror por las dos partes. España está asustada de sí misma, horrorizada. Ha brotado la lepra católica y anticatólica. Aúllan y piden sangre los hunos y los hotros. Y aquí está mi pobre España, se está desangrando, arruinando, envenenando y entonteciendo...

Moriría el último día de aquel triste año en el que daba comienzo una nueva contienda civil en nuestra patria. Unamuno quería que el país se subiera al tren del progreso de una vez por todas (intentó aleccionarnos con su famosa frase !Qué inventen ellos!), pero ante la falta de apoyo a su apuesta por el progreso de España, murió en su casa en una triste noche de diciembre, quizá, como dijo Machado, víctima de si mísmo.



 

La Publicidad en una Campaña Política : El curioso caso de Carlos Saúl Menem

Carlos Saúl Menem, presidente de Argentina entre 1989 y 1999, es uno de los mejores ejemplos de como engañar al pueblo con una simple campaña publicitaria. Y no lo hizo una, ni dos ocasiones, como veremos. En 1989, Argentina vivía una situación económica mucho peor de la que vive España en este año 2013, y tras muchas presiones, se convocaron elecciones para ese mismo año. Carlos Saúl Menem fue elegido el representante del Partido Justicialista, el estandarte del Peronismo de los años 50, pero renovado.
Veamos un spot de la campaña publicitaria de Menem en 1989 (campaña que por cierto, hay sospechas de que grupos islámicos apoyaron con dinero esa publicidad)

Con este discurso populista, logró acceder a la presidencia del gobierno argentino. Sin embargo, durante su primer gobierno, de 6 años, realizó todo lo contrario de lo que prometió. Privatizó todas las empresas, salvo el aire, que no podía. Convirtió el austral, moneda argentina, en el peso, que lo igualó gracias a la Ley de Convertibilidad en dólares. 1 peso = 1 dólar. Este tipo de medidas, entre otras, beneficiaron a las clases altas de la sociedad, creando una brecha impresionante entre ricos muy ricos y pobres muy pobres. Todo lo que prometió no lo cumplió, se presentó a las elecciones de 1995...¡y volvió a ganar! ¿Cómo lo hizo? Pues ayudado de campañas publicitarias como las siguientes :


Abuelas y niñas, canciones pegadizas, y mostrar todo lo que habían conseguido en su gobierno fueron los estandartes de una campaña que funcionó, una crisis económica terrible para las clases medias y bajas fue convertida en un logro espectacular de Menem gracias a este tipo de campañas publicitarias.
Durante la segunda presidencia, la crisis económica revienta al menemismo, y las clases medias se levantan, propiciando manifestaciones, declaraciones en contra de Menem dejando al descubierto su engaño político y en definitiva, hundiendo al Partido Justicialista después de 10 años, en 1999. Aún así, el mismo año del fin del gobierno de Carlos Ménem, su propio partido se atrevió a realizar el siguiente spot, que finalmente fue suspendido, debido a que no representaba el interés general, sino el interés de ensalzar la figura de un mentiroso que en un tiempo fue un ídolo gracias a la publicidad :

PREGUNTAS
1 . ¿Crees que la publicidad afectó de algún modo a la imagen de Carlos Menem entre los años 1989 y 1999? ¿De que manera?
2. ¿Por qué crees que Menem intenta mostrar al pueblo argentino sus logros?
3. ¿Conoces algún ejemplo en España de un uso de la publicidad para fines personales?
4. ¿Qué conclusiones sacas del uso de la publicidad en una campaña política?

¿Por qué Hitler llegó al poder?


Hitler nació en Braunau am Inn (Austria) el 20 de abril de 1889 y era hijo de un modesto funcionario de aduanas y de una campesina. Fue un estudiante mediocre y jamás llegó a finalizar la enseñanza secundaria. Solicitó el ingreso en la Academia de Bellas Artes de Viena, pero no fue admitido por carecer de talento. Permaneció en esa ciudad hasta 1913, donde vivió gracias a una pensión de orfandad, y más tarde comenzó a obtener algunos ingresos de los cuadros que pintaba. Leía con voracidad obras que alimentaban tanto sus convicciones antisemitas y antidemocráticas como su admiración por el individualismo y el desprecio por las masas.

Hitler se encontraba en Munich cuando comenzó la I Guerra Mundial y se alistó como voluntario en el Ejército bávaro. Demostró ser un soldado entregado y valiente, pero la más alta graduación que consiguió fue la de cabo, debido a que sus superiores consideraban que carecía de dotes de mando. Tras la derrota de Alemania en 1918, regresó a Munich y permaneció en el Ejército hasta 1920. Fue nombrado oficial de instrucción y se le asignó la tarea de inmunizar a los soldados a su cargo contra las ideas pacifistas y democráticas. Se unió al Partido Obrero Alemán, de signo nacionalista, en septiembre de 1919, y en abril de 1920 le dedicaba ya todo su tiempo. En esa época, había sido rebautizado como Partido Nacionalsocialista Alemán del Trabajo (conocido abreviadamente como partido nazi) y Hitler fue elegido en 1921 su presidente (Führer) con poderes dictatoriales.

Hitler difundió su doctrina de odio racial y desprecio por la democracia en los numerosos mítines que organizó y, mientras tanto, las organizaciones paramilitares del partido aterrorizaban a sus enemigos políticos. No tardó en convertirse en una figura clave de la política de Baviera gracias a la colaboración de oficiales de alta graduación y empresarios adinerados. En noviembre de 1923, un momento de caos político y económico, encabezó una rebelión (putsch) en Munich contra la República de Weimar, en la cual se autoproclamó canciller de un nuevo régimen autoritario. No obstante, el conocido como putsch de Munich fracasó por falta de apoyo militar.

Hitler fue sentenciado a cinco años de prisión como líder del intento de golpe de Estado, y dedicó los ocho meses de condena que cumplió a redactar su autobiografía: Mein Kampf (Mi lucha). Fue liberado como consecuencia de una amnistía general en diciembre de 1924, y reconstruyó su partido sin que ninguno de los representantes del gobierno al que había intentado derrocar pretendiera impedirlo. Durante la crisis económica de 1929, muchos alemanes aceptaron su teoría que la explicaba como una conspiración de judíos y comunistas. Hitler consiguió atraer el voto de millones de ciudadanos prometiendo reconstruir una Alemania fuerte, crear más puestos de trabajo y devolver la gloria nacional. La representación del partido nazi en el Reichstag (Parlamento) pasó de 12 diputados en 1928 a 107 en 1930.

El partido continuó creciendo durante los dos años siguientes, aprovechando la situación creada por el aumento del desempleo, el temor al comunismo y la falta de decisión de los rivales políticos del Führer frente a su confianza en sí mismo. Sin embargo, cuando Hitler fue nombrado canciller en enero de 1933, los grandes empresarios esperaban poder controlarle con facilidad. 
  ESQUEMA RESUMEN
1919. Se une como infiltrado del gobierno en el partido Obrero Alemán.
1920. Convierte al partido en el partido Nacionalsocialista Obrero Alemán.
1921. Toma el control del partido y funda las camisas pardas, agrupación paramilitar.
1923. Intenta dar un golpe de estado contra la república de Weimar y fracasa.
1924. Es enjuiciado y sentenciado a nueve meses de cárcel, tiempo durante el cual escribe 'Mein Kampf'.
1925. Renuncia a su ciudadanía austriaca y consolida su poder en el nuevamente legal partido Nazi.
1929. Inicia la gran depresión y el discurso nacionalista de Hitler gana más adeptos.
1931. El partido Nazi es la segunda fuerza política de Alemania.
1932. Se vuelve ciudadano Alemán.
1933. Hitler es nombrado canciller y el Reichstag es quemado. Hitler acusa a los comunistas, suspende garantías y derechos civiles y se instaura como Führer del Tercer Reich.

COMENTARIO DE TEXTO
“¡Clases medias!, ¡Votad por las lista de Adolf Hitler!.
Desde hace años el sistema funciona a expensas de las clases medias artesanales y comerciantes. Las clases medias y el campesinado era uno de los pilares más sólidos del Estado. Pero con el ascenso del marxismo y del capitalismo financiero, esas clases quedaron cada vez más atrapadas. A pesar de que fueron, entre todas las clases sociales, las que hicieron los más grandes sacrificios durante la guerra, la inflación les arrancó sus últimos bienes (...)
La idea del nacionalsocialismo es la única que posee la fuerza necesaria para emprender el buen camino, para salvar a nuestro pueblo y no dejarse detener por ningún obstáculo. Las clases medias pueden ganarlo todo o perderlo todo.”
Völkischer Beobachter, 31 de julio de 1932

1. Resume el texto
2. ¿Qué actitud adoptó la clase media ante Hitler?, ¿por qué?

VÍDEO
 

viernes, 29 de noviembre de 2013

Las revoluciones rusas de 1917

Las revoluciones rusas



Contexto histórico

La participación de Rusia en la I Guerra Mundial fue catastrófica. El hundimiento del zarismo hay que entenderlo en ese contexto: continuas derrotas, incompetencia militar, pérdidas territoriales, dos millones de muertos, desmoralización de las tropas, desabastecimiento, subida de los precios y hambre de la población. El malestar consiguiente favoreció la aparición de focos de protesta entre el conjunto del pueblo y los grupos de oposición política.
En febrero de 1917 estallaron en la capital manifestaciones espontáneas de mujeres en demanda de pan y paz. A estas quejas pronto se sumaron los obreros en huelga y otros grupos sociales. La represión fue contundente: el ejército sacó sus tropas a la calle, detuvo manifestantes y la Duma fue clausurada. Pero las protestas continuaron y llegó un momento en que los soldados, desobedeciendo a sus superiores, se negaron a disparar sobre los manifestantes. Era el final del zarismo. Nicolás II tuvo que abdicar y Rusia se convirtió en una república dirigida por un Gobierno provisional de carácter liberal-democrático. En paralelo, resurgió el Soviet de Petrogrado (como había pasado a llamarse San Petersburgo). Y siguiendo su ejemplo, proliferaron los soviets de obreros, campesinos y soldados por las ciudades más importantes del país.
El Gobierno provisional fue incapaz de imponer el orden y resolver las exigencias sociales cada vez más extendidas: el fin de la guerra, el abastecimiento de la población y el reparto de tierras entre los campesinos.

Fuente: http://iris.cnice.mec.es/kairos/ensenanzas/bachillerato/mundo/revolucionrusa_02_01.html
En esta página web podéis encontrar una información amplia y contrastada acerca de este importante acontecimiento histórico.

Mapa conceptual del tema: 

http://www.claseshistoria.com/c-maps/mapa-revolucionrusa.jpg


Comentario de texto histórico:

- Las tesis de abril. Texto para comentar disponible en: http://www.claseshistoria.com/revolucionrusa/%2Btesisabril.htm
- Carta de Lenin al Cómite Central, 8 de octubre de 1917. Disponible en:  http://www.claseshistoria.com/revolucionrusa/%2Blenincarta.htm

Vídeo:

Como cambió Rusia con la Revolución rusa.